«Estar en Babia»

Hola amig@s, ya he vueltoooo!!!!!.

¿Conocéis el dicho de estar en Babia?, much@s seguro que si.
Bien, pues para quien no lo sepa aquí copio una definición:

Parece que los reyes de León gustaban, como gente fina que eran, de pasar largas temporadas de verano en Babia. Babia era una región placentera, bien abastada, bien comunicada, guardada por gente pacífica e hidalga, leal al rey y, entonces, con buenos cazadores de osos, corzos y jabalíes. Ordoños, Ramiros, Alfonsos y Fernandos se encerraban en Babia muchas veces, huyendo de las intrigas de la Corte y de las ambiciones de nobles y prelados empeñados en instaurar la modalidad feudal. A veces los fieles súbditos leoneses echaban de menos a su monarca ausente, mientras las intrigas repetían: El rey está en Babia.» y con esto daban a entender que Su Alteza no quería saber nada de nada. Desde entonces, «estar en Babia» se dice de un estado psicológico que está entre el «dolce far niente» y el «no quiero saber nada».
Pues con esto os podéis ir haciendo idea de lo que han sido mis vacaciones. Han sido literalmente estar en Babia, dando un giro a lo que en los últimos años veníamos haciendo, que eran vacaciones de no parar, visitando diferentes países, sin duda viajes que merecen la pena por muchos motivos, pero de los que vuelves agotado.
Y aunque también de vez en cuando hemos hecho alguna escapada rural, esta vez nos apetecía alargar la estancia para dedicar mas tiempo a disfrutar y a descansar.

Nos hemos alojado en una casa rural del pueblo de San Emiliano a la que no le falta detalle, "La Lechería de Babia", son tres casitas y la nuestra se llama "El Lucero": rodeada de montañas y prados con caballos, su chimenea, sus perritos (Bimba, Greta y Traski), y su arroyo con el rumor constante del agua.

Como está cerca, fuimos hasta la costa asturiana, visitamos alguno de sus pueblos y llegamos hasta Cabo Peñas (espectacular). Por la tarde paseamos por Oviedo, está preciosa y además estaba en fiestas (San Mateo), por lo que disfrutamos de su buen ambiente.

Recorrimos la comarca y apreciamos sus paisajes y su bonita arquitectura.
Recogimos moras para hacer mermelada con ellas, yo no, que no sé hacerla, pero si Ángel el dueño de la casa, que nos obsequiaba cada día con algún detalle: bizcocho casero, buñuelos de chorizo...hum, se me hace la boca agua!.

Y como León queda a una hora de camino, no podíamos dejar de visitar La Catedral, con sus magníficas vidrieras, La Colegiata de San Isidoro, preciosa obra del arte visigodo y San Marcos, actualmente Parador Nacional.

Y por supuesto hubo tiempo para relajarnos:
Admirar el Pico Ubiña al fondo, tomar el sol, disfrutar con los perrines, la gozada del arco iris en las montañas, el espectáculo de un cielo despejado cuajado de estrellas, despertar y ver los caballos en los prados llenos de la escarcha del amanecer....

Y claro: bordar, terminé alguna cosa pendiente y comencé el SAL Maisons Tralala, añadiendo como suelo hacer, algo de mi cosecha. Bordé el nombre de la casa, "El Lucero" y poniéndole un marco que compré en Oviedo se la regalé a Ángel por todas sus atenciones.

Y con estas panorámicas, Nico subido al volante por si nos olvidamos de él y mi amigo Babi el saltamontes, que posó como un campeón 5 minutos, hasta que el pesao del fotógrafo decidió que la toma era buena, adiós Babia,

!!VOLVEREMOS""